Entre los principales aspectos abordados en la jornada se acordó establecer protocolos que faciliten el ingreso de pastores evangélicos a los diferentes establecimientos penitenciarios, a fin de favorecer el trabajo de intervención que efectúan con la población penal.
De igual forma se determinó la creación de una nómina pastoral nacional, tipo padrón, que permita contar con un registro consolidado de entidades y de pastores evangélicos, que integre a todas las iglesias y organizaciones religiosas jurídicamente existentes.
“Para nosotros la iglesia evangélica es muy importante por el trabajo que desarrolla en materia de reinserción. Muchas de las personas que están en los recintos penales, que profesan la fe evangélica, nos han permitido mejorar la prevención de la delincuencia habitual en los recintos y llevar a los internos por un camino distinto. Por eso es que este trabajo de reinserción nos interesa mucho realizarlo con la colaboración de las iglesias, y esperamos tener éxito para poder seguir haciéndolo y así evitar que quienes han caído por el mal camino vuelvan a estar en esa misma situación”.
El secretario de Estado anunció la instalación de una mesa permanente con las organizaciones evangélicas, para lo cual designó a representantes de los departamentos de Reinserción Social de Adultos y Personas Jurídicas, como contraparte ministerial.
La actividad se desarrolló este mañana en el Ministerio de Justicia y también contó con la presencia del director nacional de Gendarmería, Juan Letelier y el capellán nacional evangélico del organismo, Luis Mussiett.
Entre los representantes religiosos estuvieron Jorge Méndez, del Consejo Nacional de Obispos Pastores de Chile; Eduardo Durán, del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas de Chile; y Sergio Moya, por la Unión Nacional Evangélica, entidades que a su vez agrupan a unas 300 organizaciones.
Se estima que de las 48 mil personas recluidas intramuros en el sistema penitenciario, alrededor de 17 mil profesan la religión evangélica.