En el marco de su visita In Loco a Chile, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos- CIDH- visito varias ciudades del país, para reunirse con organizaciones y personas para constatar la situación de los derechos humanos en el contexto de la actual crisis social. En este cometido, líderes religiosos de diversos credos pudieron conversar con los comisionados de la CIDH en las ciudades de Temuco y Santiago.
El primer de los encuentros, se produjo en la ciudad de Temuco el miércoles 29 de enero, en la oportunidad pastores de iglesias víctimas de violencia rural concurrieron para dejar constancia de la vulneración de derechos que han sufrido debido a los múltiples atentados que han afectado a sus comunidades. En esta audiencia participaron representantes de las iglesias: Alianza Cristiana y Misionera, Asamblea de Dios, Evangélica Misiones Mundiales, del Señor, y la Academia Evangélica de Liderazgo y Asuntos Públicos.
En tanto, el jueves 30 de enero, se realizó en Santiago la audiencia con los líderes y representantes de las principales entidades religiosas a nivel nacional. La instancia coordinada por la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos- ONAR- congregó a personeros de la Iglesia Católica, Iglesias Evangélicas y Protestantes, Comunidad Judía, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Comunidad Musulmana Sunnita, Comunidad Musulmana Chiita, entre otros. En la ocasión, los líderes religiosos pudieron dar a conocer a los comisionados los hechos de violencia que han sido víctima, entre los que se cuentan actos vandálicos de destrucción y profanación, atentados incendiarios y ataques de odio de corte antisemita, exhibiendo para ello material gráfico para ilustrar y rendir plena prueba de los sucesos narrados que los han afectado en las últimas semanas.
La instancia concluyó con un llamado realizado por las comunidades religiosas para valorar la importancia de defender la libertad religiosa como derecho humano fundamental de toda sociedad democrática, al mismo tiempo que sus liderazgos más representativos solidarizaron con las comunidades religiosas afectadas por actos de violencia, odio y vandalismo.